Hasta el 16 de diciembre se celebra en Madrid la Conferencia sobre el Cambio Climático que reúne a representantes mundiales con el objetivo de reforzar el Acuerdo de París. Los datos climáticos son cada vez más alarmantes y sus efectos negativos se expanden a rincones de todo el mundo. Polución atmosférica, aumento de las temperaturas, expansión extrema de incendios, sequías, inundaciones… La vida de la población y de la naturaleza están en juego si no se establecen medidas restrictivas. Y, entre las soluciones para el cambio climático, algunas tecnologías cogen mucha fuerza. Hablamos por ejemplo de los drones. Aunque no es la única. En un post anterior de nuestro blog os contamos cómo la Inteligencia Artificial también puede ser una baza importante.
Recopilación de información
Las aeronaves no tripuladas contribuyen a la lucha contra el cambio climático desde muchos aspectos. Y el primero destacado es aportando información valiosísima que permite establecer medidas y operar en consecuencia. ¿Sabes que gracias a la tecnología que emplean, los drones pueden obtener información precisa sobre el estado de una zona y su temperatura con las acciones oportunas de termografía aérea? Estos aparatos, que pueden ser diseñados específicamente para soportar condiciones extremas, facilitan el acceso a lugares complicados para el ser humano. La autonomía de los drones potencia sus funciones y permite a los profesionales estudiar las principales consecuencias del cambio climático.
Reducción de la contaminación
Otra de las soluciones que las aeronaves no tripuladas aportan al cambio climático es la reducción de agentes contaminantes. Con aplicaciones como el reparto a domicilio o la logística, es posible ahorrar en el uso de recursos y reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera. Sin duda, una medida determinante a la hora de implantar soluciones que de verdad permitan mitigar la contaminación presente sobre todo en las grandes ciudades.
Nuevas plantaciones
Los drones no solo contribuyen a paliar el cambio climático, sino que favorecen el crecimiento y la perdurabilidad del entorno ambiental. Estudios realizados por universidades tan prestigiosas como la de Birminghan, apuntan a que, gracias a las imágenes aéreas captadas por drones, es posible identificar las ubicaciones perfectas para la plantación de árboles. Esta plantación controlada permite que se mantengan frescos los ríos analizando extensiones y generando mapas en 3D.
Otras soluciones para el cambio climático
Los drones no son las únicas opciones para combatir esta lacra mundial. Otras tecnologías como la anteriormente mencionada Inteligencia Artificial facilitan la lucha. Pero es imprescindible la intervención y contribución humana. Por ejemplo, logrando acuerdos mundiales entre las principales potencias, estableciendo medidas restrictivas o incentivando economías como la agraria. En el entorno particular, podemos realizar un consumo responsable, reutilizar los productos y reciclar. Llevar una vida consciente y responsable con nuestro entorno aporta un granito de arena que puede convertirse en una gran montaña de soluciones para el cambio climático.